Un siglo va a cumplir El dinero de los demás, que Louis D. Brandeis, abogado y juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, publicó en 1914, y que acaba de re-editar Ariel. Es un texto breve y enérgico contra el poder de la banca. En un momento dado (pág. 76) casi parece respaldar a la más liberal de las escuelas económicas, la Escuela Austriaca, al propugnar algo parecido a la supresión del encaje o reserva fraccionaria y su sustitución por un coeficiente del 100 %.
Pero no sería una referencia del progresismo si tal hubiese sido realmente el caso.En el fondo, el libro es un entrañable y pueril canto al intervencionismo: cree que para impedir el poder de los banqueros no hay que apostar por la libertad sino por el poder político. Y para conseguir lo que llama la “Nueva Libertad”, el juez Brandeis propone una espectacular ampliación del Estado en forma de leyes, reglamentos, impuestos, prohibiciones y multas. Ni una sola vez considera que exista la más remota posibilidad de que ese intervencionismo se traduzca en menos libertad para los ciudadanos y en más riqueza transferida a la fuerza desde sus bolsillos al Tesoro Público. No aparece en ningún momento otro malvado que no sean los grandes banqueros, y no aparece otro mensaje que su imprescindible aniquilación. Ni una línea dedica el juez a la nacionalización de hecho del sistema financiero, que acababa de producirse el año anterior, con el establecimiento de la Reserva Federal.