La vivienda y Petra Gortaur

La secretaria de Estado de Malvivir, Petra Gortaur, aleccionó así a Pauper Oikos:

—Hay que recuperar la política de vivienda. Ya sé que es cuestión de oferta y demanda, pero la explosión de los precios sugiere que aquí hay otras fuerzas en acción, como la crisis y la falta de políticas públicas. Plataformas como Airbnb han exacerbado la tendencia al alza de los precios en ciertas urbes al desviar la oferta de vivienda a satisfacer la demanda de turistas. Hay que regular esa actividad, sobre todo cuando, como en España, empieza a estar copado por empresas turísticas y no por anfitriones particulares.

—La evidencia sobre el impacto de los pisos turísticos en el alza de los alquileres es cualquier cosa menos abrumadora —replicó Pauper Oikos—. Lo ha dicho la CNMC. Y no me vengas con el cuento de que no harás nada contra los anfitriones particulares, cuando están también hostigados en toda España. Y, por fin: ¿no crees necesario aumentar la oferta?

            Petra Gortaur, una socialdemócrata paciente, dijo:

—Naturalmente, pero construir vivienda lleva tiempo. En esa estrategia de medio plazo, el Gobierno ha planteado incorporar 20.000 viviendas de alquiler asequible a su parque público bajo esquemas de todo tipo, y estímulos positivos como forma más eficaz y rápida de ampliar la oferta de alquiler. Si pese a esos esfuerzos, junto con la utilización de viviendas de Sareb, continuara la presión al alza en los precios, hemos abierto la posibilidad de declarar, de manera temporal y excepcional, una zona urbana como tensionada con el objeto de establecer un sistema de control de precios. Dicho instrumento, si va acompañado de correctos incentivos para su cumplimiento, pretende contribuir a evitar prácticas oportunistas y abusivas por parte del arrendador, y limitar los aumentos de precios sin que se contraiga la oferta de vivienda de alquiler.

—Ay, ay, ay —gimió el reportero de Actualidad Económica—. Los controles de precios nunca funcionan. ¿Por qué te crees que hay papel higiénico en los supermercados en Canadá y no en los de Venezuela?

            Esto enfadó sobremanera a la secretaria de Estado:

—Nadie está proponiendo replicar la planificación urbanística soviética o fascista, sino solo cumplir el mandato constitucional de garantizar una vivienda digna a todos los españoles y terminar con la inacción e inoperancia del pasado.

—Pero estáis repitiendo viejos errores, por no hablar de lo que ha comentado Juan Ramón Rallo: no es solo demagogia populista, típica de la izquierda, sino la vieja alianza entre políticos, burócratas y empresarios no competitivos, que ya denunció Adam Smith.

—¿Perdona?

—Las limitaciones a las viviendas turísticas no pretenden responder a externalidades negativas, sino fastidiar a miles de ciudadanos modestos que quieren ganarse la vida, para contentar a la todopoderosa patronal hotelera.

            Petra Gortaur le lanzó una mirada de tanto odio que Pauper Oikos optó por retirarse prudentemente, mientras cantaba la célebre y bicentenaria canción de John Howard Payne y Sir Henry Bishop: Home, sweet home.