Las dictaduras, siempre que sean de izquierdas, tienen muchos amigos. Cuba no ha sido una excepción. Recordemos las épicas batallas del exjuez Garzón contra Videla y Pinochet, generales que violaron los derechos humanos. Ahora bien, el valiente Garzón nunca le tosió a Fidel Castro. Claro, en Cuba no se violan los derechos humanos. Más aún, el régimen comunista integró la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.