Es habitual pensar que los socialistas de izquierdas y de derechas son orgullosos antiliberales. Sospecho, empero, que son antiliberales vergonzantes. La prueba de ello es que pretenden ser liberales.
Esto es diáfano en el mundo anglosajón, donde la palabra “liberal” ha sido usurpada y distorsionada por los intervencionistas. En su History of Economic Analysis, J.A.Schumpeter describió el liberalismo como la contención del poder político y legislativo, subrayando el cambio registrado a comienzos del siglo XX, y sobre todo a partir de 1930: “como un supremo pero no intencionado elogio, los enemigos del sistema de la empresa privada han elegido apropiarse de su lema”.