Por doquier encontramos hoy por la palabra “estímulo”, fantasía según la cual los gobernantes aumentan el gasto público y ello nos enriquece a todos y nos permite dejar atrás la crisis. Al famoso estímulo se le añade otra metáfora médica, para redondear el carácter beneficioso de dicho aumento del gasto, que se traduce en una “inyección de recursos”.