Nos aseguran la izquierda y sus medios, que son muchos, que la crisis actual se resolverá de una manera muy diferente a la anterior de 2008. Entonces padecimos la terrible «austeridad». Ahora, no. Ahora el Gobierno ha suspendido la regla de gasto para 2020 y 2021. Y se supone que las autonomías, al poder gastar abiertamente sin el límite del objetivo de déficit fijado, impulsarán la economía hacia un feliz crecimiento. Como si el gasto público fuera gratis. Como si bastara con gastar más para crecer más.