Si en el primer debate presidencial ganó Biden en las formas y Trump en el fondo, creo que en el segundo debate empataron en las formas y volvió a ganar Trump en el fondo. Explicó mejor los datos y la política sobre la pandemia, acertó en el mensaje de no cerrar la economía, y en señalar los costes del intervencionismo de Biden en el medio ambiente y su hostilidad a actividades como los seguros privados. Replicó bien también en corrupción y racismo.
Las encuestas siguen augurando el triunfo de Biden. Con Hillary Clinton, sin embargo, se equivocaron.