Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, está dispuesto a jugar todas sus cartas para aprobar los Presupuestos con el menor coste posible. Para él.
Lo mejor para España, seguramente, no es que Warren promueva sus propios intereses sino, como editorializó ayer La Razón, que presente “unas cuentas públicas adecuadas para afrontar la grave crisis económica y social que nos ha dejado la pandemia de coronavirus”.
¿En qué medida los intereses de Warren lo pueden conducir a adoptar una política que también resulte beneficiosa para el conjunto de los españoles?