En la portada del diario El País se nos informaba que el Gobierno ha conseguido un gran pacto para la reconstrucción. Están todos, menos, qué pena, el PP. Leyendo algo más que los titulares, resulta que los empresarios no están de acuerdo en la parte fundamental del plan: subir los impuestos. Que es, precisamente, la razón por la cual el PP no quiere formar parte de esta ceremonia de la confusión. Ya en páginas interiores, el diario descalifica la oposición de los empresarios, recurriendo a la más antigua de las ficciones antiliberales. Se trata de la idea de que el Estado beneficia a la mayoría de la sociedad y solo castiga a una minoría de personas ricas y grandes empresas.