¿Se puede gobernar con principios? Me refiero a principios buenos, porque es evidente que se puede gobernar con principios malos, como han hecho los comunistas, los nazis y los fundamentalistas islámicos. Pero en la sociedades con derechos y libertades, a menudo se nos sugiere que un político con principios no podrá gobernar, o incluso no podrá ser elegido. Y se nos invita al realismo, para que apoyemos políticas que no son buenas, pero sí son probables, porque la gente tenderá a respaldarlas. En este vídeo discuto esta perspectiva, porque apoyar lo malo simplemente porque es más probable que muchos ciudadanos lo secunden es un error y es inmoral. Lo único aceptable a la hora de elegir una opción política mala, o que no sea buena, o que sea inferior a la óptima, es que es opción elegida nos conduzca a la opción mejor. Y se trata, como es evidente, de una cuestión complicada.