Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, disfrutó ayer del torbellino antiliberal que toda crisis brinda a los enemigos de la libertad. Y repitió que ahí está el Estado para hacer lo que haga falta, cuando haga falta y donde haga falta. Sólo le faltó aclarar cuánto le va a faltar a usted, señora, cuando él termine de protegerla.