Como dice el director de LA RAZÓN, Francisco Marhuenda, el escándalo de la izquierda sobre el pin parental es una cortina de humo para tapar las vergüenzas de su manipulación de las instituciones y sus cesiones a los independentistas. Añadiría dos temas en términos económicos: la intoxicación anticapitalista en la educación es bastante antigua, y esta última maniobra sirve también para tapar la subida de impuestos.