Mi amigo Santi Siri me regaló el libro de Greta Thunberg, que se titula Cambiemos el mundo. Así, sin restricciones, como si eso fuera posible y deseable; y lo cambiaremos haciendo una huelga que, como prácticamente todas las huelgas modernas, no es contra los empresarios sino para presionar a los gobernantes para que suban los impuestos y dificulten y encarezcan aún más las condiciones de vida de la gente.