Mi último artículo en La Razón, con el título: El juego de Europa
¿Es Alemania culpable de los males europeos?
No. Lo aseguran muchos, fuera de Alemania: allí son conscientes de los riesgos que comporta la centrifugación de los costes de las políticas económicas insostenibles, porque los contribuyentes de unos países acaban pagando la factura generada por los menos ricos y menos responsables.