El VAR, la cantidad máxima de capital que se puede perder en un activo cotizado dentro de un margen de seguridad, se establece con un horizonte de diez días. Así calculado, el VAR del S&P 500 es un 7,8 % de la exposición, pero para un año es del 36,4 %. El problema es que a Basilea no le importa que la resistencia aguante un año, sino diez días. El doctor Luis Alfonso López García estudia los bonos corporativos con calificaciones de BBB y BB y obtiene un VAR condicionado del 18,7 % y del 30,7 % respectivamente, resultado que aplica a la cartera de inversión de la banca cuyos préstamos tienen igual calificación. “Este cálculo es el resultado más importante de nuestra tesis doctoral, ya que confronta directamente con las exigencias mucho más livianas de Basilea I y Basilea II”. Recuerda que “durante todo el siglo XIX en EE UU la capitalización de la banca fue superior a la que nuestras estimaciones sugieren como prudente. Y esto fue así porque esencialmente los accionistas de la banca eran responsables frente a los acreedores bancarios con su fortuna personal.”
Subraya el intervencionismo fundamental del sistema financiero: “La principal interferencia del Estado en la regulación bancaria no es la carga normativa, con ser mucha, que se impone a la banca sino el subsidio implícito que se le concede con la mera existencia de las garantías públicas a los depósitos bancarios. Mientras los gestores bancarios muestren interés en presentar nuevos modelos de operaciones que reducen las cargas de capital, y no sean los primeros interesados en aumentarlo, es que algo funciona mal en el campo de los incentivos”. Hablando de incentivos, subraya, citando a Bloomberg: “los costes salariales en la banca son un 70 % más altos que en el resto de los sectores, diferencia inexistente hace 30 años”.
Lo aconsejable es contener el endeudamiento, no hipertrofiarlo. El endeudamiento de las empresas en EE UU era del 76 % del PIB en 2010, y del 128 % en la media de la OCDE. “Y se diría que el sector empresarial de EE UU no se encuentra a la cola de los países desarrollados en cuanto a dinamismo y capacidad de adaptación”.
Las cifras que obtiene el doctor López García para una banca sólida son muy superiores a las establecidas por los reguladores. Este es el resumen: capital mínimo para una inversión en el S&P 500: 59 % (Basilea I: 8 %; Basilea II: 29 %); financiación sector productivo: 22 % (Basilea I: 8 %; Basilea II: 4 %); financiación vivienda habitual: 8,6 % para el caso de EE UU (Basilea I: 4 %; Basilea II: 2,8 %). En el caso de España, en 2004 se habría necesitado un 36 % de capital para algunos préstamos de financiación de vivienda al comprador final (el subprime español), en vez del 4 % de Basilea I y del 4,4 % que hubiese requerido Basilea II. Y la financiación de solares tendría que haber estado respaldada en un 96 % por capital, frente al 8 % de Basilea I y un máximo del 20 % que habría requerido Basilea II. La deuda con el sector público, cuando se endeuda en una moneda cuya emisión no puede controlar, debería ser tratada análogamente al privado, y no como carente de riesgo.
¿Que pasa en la banca? No soy experto, pero el sentido común me dice que «no se pueden vender duros a cuatro pesetas» y esto es lo que la banca lleva haciendo desde el año 2.008. Actualmente los intereses que cobran los bancos comerciales no cubren el costo administrativo, es decir que están vendiendo duros a cuatro pesetas, la ruina está clara, por tanto la pregunta es ¿que futuro a corto plazo tiene la banca?