José Luis Rodríguez Zapatero destacó por su aversión a la libertad, y a la convivencia entre personas libres y responsables. La llamada memoria histórica, es decir, el uso político del dolor del pasado para promover la agenda de la izquierda en el presente, es una criatura típica de un presidente que, buscando la división y el rencor, no hacía otra cosa que sonreír.