En 2015 la policía americana mató a 258 negros, y a 662 blancos. Como destaca Heather Mac Donald, la abrumadora mayoría de los muertos fueron personas que atacaron a la policía, con mucha frecuencia utilizando armas de fuego. Estas 662 personas blancas son el 12 % de todos los blancos e hispanos muertos violentamente en el año y es el triple del porcentaje de negros muertos por la policía. Esto último se explica por el elevado número de los negros asesinados por otros negros: 6.095 en 2014, el último año que ofrece estos registros, mientras que los homicidios con víctimas blancas o hispanas fueron 5.397.
Recuerda Mac Donald que, en la última década, con datos del FBI, el 40 % de quienes han matado a policías han sido negros, en una tasa 2,5 veces superior al porcentaje de negros matados por la policía.
Es cierto que los negros representan el 26 % de las víctimas de la policía mientras que solo representan el 13 % de la población americana. Pero esto obedece a que los negros cometen un elevado porcentaje de los delitos violentos. Se dice que los policías blancos son propensos a matar a negros inocentes por razones raciales, pero Mac Donald subraya que esto también es un mito: los casos llamados de threat misperception, es decir, los casos en que la policía dispara pensado equivocadamente que el civil está armado, demuestran que es más probable que disparen a un negro (después probado que) desarmado los policías negros e hispanos.
¿En qué contexto sucede todo esto? Así como pensamos que la policía americana es racista, también pensamos que la violencia contra la policía ha aumentado en ese país, lo que también es falso: la policía americana está mucho más segura que antes.
En un reciente trabajo publicado en Foundation for Economic Education, Daniel Bier reconoce varios efectos que han contribuido a su seguridad, desde los chalecos antibalas, generalizados desde finales de los años 1980, hasta los medios sanitarios. Sin embargo, no explican la tendencia, porque la disminución de los policías asesinados era anterior.
Además, los otros ataques a la policía que no dan como resultado la muerte también están disminuyendo desde hace mucho. “Los policías no solo se salvan de morir en un número mayor, sino que los ataques de todo tipo que padecen son menos frecuentes”.
Se dirá que baja la cifra de policías muertos porque caen todos los crímenes, pero no hay correlación: las muertes de policías alcanzaron su máximo a mediados de los 1970, mientras que los delitos violentos aumentaron drásticamente hasta comienzos de los años 1990. Tampoco hay una correlación entre los policías muertos y la opinión publica hacia la policía, la confianza en ella o no, etc. Hay otras explicaciones posibles, desde las menores manifestaciones contra la policía hasta el entrenamiento de ésta y la tecnología, etc