El documento programático común de Podemos e IU se titula Cambiar España: 50 pasos para gobernar juntos (puede verse aquí: http://goo.gl/1Jr7zM). Característicamente, habla todo el rato de democracia, pero sus propuestas aspiran a que el pueblo pueda elegir cada vez menos.
Casi la mitad de los cincuenta “pasos” de la coalición populista/comunista apuntan de modo más o menos explícito a aumentar el gasto público: 2, 3, 8, 11, 12, 14, 15, 16, 17, 19, 25, 26, 28, 32, 33, 38, 40, 41, 42, 45, 50.
El mayor control político sobre la sociedad está presente en varios puntos, igual que la propaganda distorsionadora del pasado: el 30, sobre la memoria histórica, que se llamará, por supuesto, “memoria democrática”, pretende honrar “a quienes lucharon contra el franquismo, el fascismo y el nazismo”. Los que lucharon contra el comunismo no cuentan, ni en el mundo ni en España, porque los comunistas en los años 1930 “defendieron la legalidad republicana”, nada menos.
El recorte de las libertades adquiere a veces tonos bueniverdistas (30: “derecho al medio ambiente”; 33: “Plan de Rescate Ecológico”), y revela cada vez más claramente la hostilidad progresista hacia la fiesta de los toros (39: “bienestar animal”).
El antiliberalismo siempre anuncia el paraíso y aclara que sólo exigirá el sacrificio de unos pocos malvados: “grandes empresas y grandes fortunas”. Diré después algo sobre los impuestos, asunto donde refulge aún más el desprecio de estos señoritos a la gente corriente, pero es interesante que insistan en aumentar los costes de las empresas (por ejemplo, en: 1, 6, 7, 12, 13, 16, 18, 31, 34, 36, 37) sin que dediquen ni una línea a reflexionar sobre cómo eso impactará negativamente sobre los ciudadanos. Cultivan la ficción de que se puede atacar a la banca o las eléctricas y que los ciudadanos nunca se verán afectados, lo que es obviamente mentira, como lo es también dar a entender que es gratis el mayor intervencionismo en el mercado laboral (6), o prohibir el libre comercio del TTIP (43: “amenaza para nuestra soberanía”, exactamente el mismo argumento de los fascistas).
Se habla explícitamente de subir impuestos en: 4, 5, 16, 29, 31. Nos aseguran, como era de esperar, que sólo pagarán los ricos, e incluso hablan de bajar el IVA a alimentos y suministros básicos. Pero la subida que plantean en sucesiones, donaciones y patrimonio no la pagarán los millonarios, como tampoco el Impuesto a las Transacciones Financieras.
El odio a los trabajadores se expresa claramente en el paso 16, cuando estos supuestos progresistas proclaman sin rubor que quieren subirles los impuestos a millones de ellos, concretamente a los que ahorran para su pensión: “Eliminación de los beneficios fiscales para la previsión complementaria individual, como en el caso de los planes de pensiones privados”.
Y yo me pregunto: Donde estaban estos millones de idiotas resentidos qye ahora votan a estos populistas neo-nazis? Los hemos parido, criados y cuidados «nosotros» una generación de properidad como ha sido la española desde los años 60 hasta hace 9 años que comenzo la crisis? Seria bueno reflexionar sobre ello pues algo hemos hecho muy mal.