La demagogia de Podemos ha llegado a demonizar nada menos que un índice, el Ibex 35, el índice de referencia de la bolsa española.
Para Podemos es el mal por excelencia, el capitalismo antropomorfizado: un ser con voluntad y pensamiento autónomo y uniforme, que es el adversario de la población. En ese sentido lo acuñaron para definir a Albert Rivera, de quien dijo Pablo Iglesias que su característica distintiva era “su cercanía con el poder…es el candidato del Ibex 35…del cambio cosmético…alguien que en el fondo haga lo mismo que el PP y el PSOE”. La caricatura ha hecho fortuna, y Forges representó al Ibex35 en varias viñetas como si decidiera en lugar de los políticos o como si fuera enemigo de la sanidad universal, lo que no tiene sentido: si las empresas mandaran sobre los Gobiernos, los impuestos que pagan habrían bajado muy apreciablemente; y naturalmente que ninguna empresa del Ibex 35 se ha manifestado en contra de la sanidad universal. Asimismo, si hay alguien realmente cercano al poder es el propio Pablo Iglesias y los grupos que conforman Podemos, que tienen más diputados que Ciudadanos, y cuentan ahora con miles de cargos públicos en ayuntamientos y autonomías.
Entonces, ¿a qué viene eso del Ibex 35 como si fuera una persona y un enemigo del pueblo? Pues se trata de pura propaganda. El Ibex 35 no es una persona y desde luego las empresas que integran el índice no son enemigos del pueblo, que obtiene gracias a ellas grandes ventajas, que cosechan los millones de trabajadores que compran voluntariamente sus bienes y servicios, e invierten en sus acciones a través de fondos de inversión y de pensiones, que cuentan entre sus partícipes con millones de modestos ahorradores. Asimismo, las empresas pagan una enorme suma al fisco, y obedecen a incontables regulaciones, controles y prohibiciones de todo tipo que les impone el poder político y legislativo, ese que realmente manda, y al que desde siempre los enemigos de la libertad han buscado pintar como si no mandara, como si sólo fuera un “títere de la burguesía”, en palabras de Marx. Pero a usted, señora, le cobra impuestos Montoro, y no Amancio Ortega.
Los enemigos de la libertad siempre han recurrido a la demonización de los empresarios y el capitalismo: la tiranía chavista ha asegurado que no hay comida en los supermercados de Caracas por culpa del imperialismo, como si a las multinacionales les interesara no vender sus productos…
Por cierto, hablando de las empresas, hay que recordar que el Ibex es un índice ponderado por capitalización bursátil y, como el Dow Jones y otros, no todas las empresas que lo forman tienen el mismo peso; de hecho, Inditex y Santander, las dos principales, representan el 30 % del índice. ¿Querrá decir eso que las otras 32 no son tan malas? Más aún, como las 35 no son las mismas siempre, y entran y salen un par de veces por año, las que salen ¿ya no son malas?
(Artículo publicado en La Razón.)
La idiotez no tiene limites, aunque los idiotas no son los Podemitas Pablemos sino los que se lo creen todo, pena de ignorancia social (este término lo acuño para referirme a los educados bajo el imperio de las leyes de educación de los últimos 25 años), penita me da de España, estos neo-franquistas que solo conservan lo antiliberal