Hoy 12 de octubre conoceremos quién es Premio Nobel de Economía de este año. Si el pasado sirve de guía, los economistas que están todo el rato despotricando contra la desigualdad podrían incluir esa característica entre las más destacados de su propia profesión. De entrada, de las 75 personas que obtuvieron el galardón hubo sólo una mujer, Elinor Ostrom, que lo ganó en 2009 y lo disfrutó muy poco, porque murió apenas tres años después.
Estimado Carlos,
Te sigo desde hace tiempo; hace muchos años en la Ser, hasta hace poco con Herrera y ahora con Alsina. Estando muy de acuerdo en casi todo lo que propones, ayer te escuchaba en la Brújula de la Economía y comentabas el libro de Josep Burgauya «La economía del absurdo»; y reconociendo de entrada que aún no lo he leído, me sorprendió tu ejemplo de la empresa indonesia o de países emergentes que compiten en precio con las empresas locales y que el beneficiado era el público…. llegaba a casa en ese momento y tuve que apagar la radio. Por eso es posible que se me quedara algún matiz posterior; pero si en esencia esa es tu opinión me sorprende porque parece que se te olvida que no es competitividad, sino dumping en muchos casos desleal. Y hay una gran diferencia como tu sabes entre competitividad y ventajismo. Cuando una empresa española ha de ser coherente con la ley, y con la sociedad, pagando salarios y prestaciones sociales a sus trabajadores que les permita a su vez ser consumidores y cerrar el círculo de crecimiento del PIB nacional, una empresa china o pakistaní paga salarios de miseria en regímenes de semiesclavitud que merman el PIB español y sólo enriquece a unos pocos en origen. Si al menos les hiciera potenciales consumidores de productos españoles, la relación sería biunívoca y empezaría a cuadrar. Me parece bien que tenga que cerrar mi empresa si no soy competitivo en manufactura, pero quien me la cierra que al menos pueda comprar un Seat o un Rioja, o un jamón, o cualquier tipo de tecnología española. Si no es así, la palabra no es competitividad; es ventajismo puro y duro.
Con respeto y afecto,
René Sanz
Muchas gracias, René, por tu observación. Sobre el dumping y el monopolio, y la competencia «desleal» puedes ver el capítulo primero de «El liberalismo no es pecado», en Ediciones Deusto. Ya me contarás qué te ha parecido. Saludos cordiales, CRB
Y aquí tienes la reseña del libro de Bugaya:
https://www.carlosrodriguezbraun.com/articulos/el-mundo/la-economia-del-absurdo/
Gracias Carlos por tu consejo de lectura que seguiré fielmente. Tengo referencias del libro que me aconsejas; y puedes estar seguro que dejaré de tenerlas para poder valorarlas en primera persona.
Por el contexto de tu respuesta entiendo que, efectivamente, y como no podía ser de otro modo, tus palabras estaban muy bien fundamentadas y yo he sacado conclusiones precipitadas.
Gracias de nuevo y un cordial saludo.
RS