José González-Herrero, de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude, declaró hace un tiempo al ABC de Sevilla: “O se fuma un cartón cada 20 minutos o hay algo raro en Gibraltar”. Por otro lado, un lector de El País, molesto porque hay centros de titularidad pública pero de gestión privada, escribió al director: “¿Qué creen que buscará una empresa privada? ¿Proporcionar los mejores cuidados a personas completamente vulnerables u obtener beneficios? Hay que dejar de jugar y de mercadear con la salud y la vida de los ciudadanos”.
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