El Gobierno canario se opuso a las prospecciones de Repsol con el increíble argumento de que el descubrimiento y la extracción de petróleo en aguas territoriales españolas ocasionaría un perjuicio a unas islas llamadas Afortunadas, pero no por sus autoridades, capaces de semejante desatino, y también capaces de generar un elevado desempleo con sus intervenciones. Fernando Ríos, comisionado para el Desarrollo del Autogobierno y las Reformas Institucionales del Gobierno de Canarias, porque inventiva burocrática no les falta a estos camaradas, declaró ayer: “El anuncio de que Repsol abandona Canarias por no encontrar petróleo es una muy buena noticia”.
Las jeremiadas de políticos y ecologistas no tienen ningún sentido: el petróleo no es un mal, y si hay países con abundantes reservas y con generalizada pobreza, que los hay, desde Nigeria hasta Venezuela, eso no se debe a que el petróleo constituya algo nocivo de por sí, puesto que nada dañino les ha sucedido a los noruegos desde que lo descubrieron en el Mar del Norte. Lo que sí les sucede a los noruegos es que no tienen un marco institucional tan hostil a la prosperidad de los ciudadanos como el que padecen los venezolanos y los nigerianos.
En cuanto a los canarios, sufren a sus demagogos, y también a otros algo más lejanos, como los de Madrid, que pensaron que lo mejor que se podía hacer con el petróleo era (vamos ¿no lo adivina usted?) ¡ponerle un impuesto! Y se lo pusieron, otro impuesto más, incluso antes de que se hubiera concretado la posibilidad de su previsible extracción en las aguas de Canarias.
Pero otros costes han intervenido aquí, en particular los del propio crudo, cuya rebaja está excluyendo o retrasando los proyectos de inversión más onerosos, como la extracción en aguas profundas. No sabemos qué nos deparará el futuro, si el mantenimiento de los precios bajos o una combinación de menos oferta y más demanda que los impulse otra vez al alza.
Lo que sí podemos pronosticar con más comodidad es que la demagogia, como la vida, seguirá igual. Con amarga ironía, Gustavo de Dios, el destacado periodista de Onda Cero Canarias (@GustavodeDios), decía ayer en twitter: “Bueno criaturas, cerrado el coñazo de las prospecciones, la próxima ofensa de los conquistadores a Canarias sera: la privatización de AENA”.
(Artículo publicado en La Razón.)