La violencia terrorista de Hamás y la respuesta israelí vuelve de cuando en cuando a traer a la palestra la noción de los conflictos bélicos irresolubles. Pero hay hipótesis optimistas, como la de James L. Payne en un artículo reciente en The Independent Review (“The Trend of War in the World: Evidence from the Arab-Israeli Dispute”, http://goo.gl/8GXBt9).
La idea más antigua sobre la guerra es que estará siempre con nosotros, con lo que los Estados deben armarse. Estados Unidos tiene 660 bases en 38 países, once portaviones y casi 300 buques de guerra. Si se ha contenido el gasto militar es por motivos fiscales, sólo por la crisis.
Pero hay otra idea más reciente, y es que la paz es posible y que las guerras tienden a declinar. Para intentar avalarla, Payne elige el que posiblemente sea el conficto más intratable de nuestro tiempo: el árabe-israelí, que lleva muchos años, en algunos momentos recrudece de forma aguda, como en 2014, y que está basado en profundas divisiones de todo tipo.
Payne analiza las crudas cifras de las víctimas. Entre 2001 y 2010 murieron por causa del conflicto 2,33 israelíes por cada 100.000 habitantes, lo que es la tercera parte de los que murieron en el mismo periodo por accidentes de tráfico…Las cifras de los muertos en ambos bandos son muy irregulares, con claros picos en los años 1948, 1967, 1973 y 1982, pero la tendencia de largo plazo es descendente en ambos bandos.
(Artículo publicado en La Razón.)