Mi último artículo en La Razón, con el título: El pato Smiley
En ausencia de crisis, y si las encuestas pronosticaran un triunfo espectacular del PSOE en las elecciones de 2011 y 2012, ¿usted cree que Smiley habría anunciado su retirada? Pues eso. Smiley se marcha porque el escenario es el opuesto y porque ha pensado que no hay tiempo para que la recuperación económica y un posible desenlace exitoso de la negociación con ETA le ayuden a superarlo. Pero no quiere ser un lame duck, un pato cojo que simplemente aguarda su reemplazo, sino un pato abnegado en su sacrificio y heroico en su lucha en favor de la patria y del partido.