Con pocas horas de diferencia hicieron declaraciones interesantes tres ministros, dos de ellos en activo. José Borrell dijo: “el déficit no causó la crisis sino que la crisis causó el déficit”. En la misma línea declaró Luis de Guindos: “la deuda pública creció por la crisis”. Y Cristóbal Montoro habló del “santo temor al déficit”.
La crisis no es un terremoto
Los dos primeros incurren en la popular falacia de hablar de la crisis como si fuera un terremoto, es decir, una violencia exógena, en buena medida impredecible, y por completo independiente de la acción política que, antes al contrario, puede presentarse como solución eficiente ante dicho contratiempo. Falso de toda falsedad.
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