Ya en 1799 advirtió Goya en sus Caprichos de que el sueño de la razón producía monstruos. La Ilustración dio pie a varios de ellos, que suelen estar interconectados, desde el socialismo hasta el cientismo. La fatal arrogancia que lleva al doctor Frankenstein a fabricar una criatura racional con cadáveres humanos queda reflejada en el título del libro de Mary Shelley: “el moderno Prometeo”. Esa ambición desmedida por crear seres vivos nuevos mediante la razón era antes señalada con cautela, por los peligros que acarreaba. Pero ya no, como se ve en la película Poor things, del director Yorgos Lanthimos, con guion de Tony McNamara, basado en la novela de Alasdair Gray.