El Gobierno y sus aliados preguntan: ¿cómo es posible que perdamos respaldo en las urnas cuando la economía va bien?
Es verdad que Pedro Sánchez ha concitado críticas por motivos ajenos a la economía, desde la amnistía para los líderes separatistas catalanes hasta diversos casos de posible corrupción que afectaron a antiguos miembros de su gabinete ministerial y dirigentes de su partido, y hasta a su propia mujer. Cabe sospechar que todo ello puede recortar su popularidad, independientemente de la realidad macroeconómica.
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