Si en España la izquierda agita el pasado de la Guerra Civil y la dictadura franquista, y acentúa su utilización para promover una agenda política en el presente, sería absurdo pretender que animara una visión equilibrada sobre el Gobierno de Salvador Allende y la dictadura de Pinochet. Un balance objetivo y reconciliador se halla quizá tan lejano en Chile como en nuestro país.