En la nerviosa y negacionista campaña que despliega la izquierda en defensa de los impuestos destacan dos falacias: que los impuestos son voluntarios y que no podríamos vivir sin ellos.
En la nerviosa y negacionista campaña que despliega la izquierda en defensa de los impuestos destacan dos falacias: que los impuestos son voluntarios y que no podríamos vivir sin ellos.