Comprendo perfectamente que el PSOE celebre con entusiasmo el cuadragésimo aniversario de su notable triunfo electoral de 1982. Es lógico que los socialistas recuerden aquella gran victoria plebiscitaria, como la define Ignacio Varela en su reciente libro –Por el cambio, Ediciones Deusto. Otra cosa muy distinta es que los ciudadanos debamos secundar a los líderes de la izquierda, y a su coro mediático, en el motivo fundamental que alegan para la celebración, a saber, que debemos estar agradecidos por las cosas que ha logrado la izquierda por nosotros.