La inflación, como ya señalamos en El Periódico de Sotogrande, es un impuesto que no se vota en el Parlamento, y que empobrece siempre a los ciudadanos, que ven que las cuentas no les cuadran, porque los precios suben más que sus salarios (https://bit.ly/3NNut1o). Pero no es solo la contabilidad privada la que sufre, sino también la pública.
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