Se supone que los españoles ahorramos poco. David Jiménez Blanco, presidente de la Bolsa de Madrid, apuntó en «El Economista» que la riqueza financiera neta de las familias españolas es un 120% de nuestro PIB, lo cual es en efecto inferior a la cifra equivalente (un 150%) del promedio las economías de la eurozona.
Pero por contra, la riqueza inmobiliaria de las familias españolas equivale a un 400% del PIB, frente a algo menos del 300% para el conjunto de las economías de la eurozona. Es decir, lo que sucede es que los españoles ahorramos mucho en vivienda, pero poco en activos financieros, como fondos de inversión y planes de pensiones. Esto tiene consecuencias negativas para la financiación de nuestras empresas.
Por desgracia, nuestros gobernantes aseguran que van a promover el ahorro de las familias y unos mercados financieros fuertes, y en la práctica hacen exactamente lo contrario.